Por: Carlos Cortés • joven Sin Recreo •
La palabra inolvidable significa que no puede ser olvidado. ¿Qué no puede ser olvidado en nuestras vidas? Posiblemente muchas cosas, personas o momentos. Sin embargo, en esta ocasión les contaré mis experiencias con una persona muy especial en mi vida: mi abuelo.
Un abuelo es aquella persona que por definición es el padre o madre de nuestros padres. Pero, un abuelo es mucho más que una definición o un parentesco. Un abuelo, desde mi punto de vista, es aquella persona que te escucha, te abraza, te dice que te quiere, te da consejos y te mira con una ternura o cariño inexplicable.
El compartir con mi abuelo es y será siempre un tiempo inolvidable porque tengo la oportunidad de compartir con él en diferentes entornos. Por ejemplo: realizar algunos trabajos juntos, ver televisión, dialogar sobre diversos temas, cocinar, leer o ver anime.
También, escuchar sus experiencias. Diría que eso fue lo más que llamó mi atención.
El escuchar de mi abuelo sobre cómo fue su niñez, su adolescencia y el cómo hoy día está todavía buscando alternativas para salir adelante, a pesar de lo que pueda estar aconteciendo a su alrededor es un tiempo inolvidable. Esto me ayuda a valorar lo que tengo, me motiva y me alienta a buscar alternativas para salir hacia adelante.
Por otro lado, es un tiempo inolvidable porque sientes admiración, respeto e inspiración por ellos y por todas aquellas personas que día a día luchan para sentirse útiles y productivos en nuestra sociedad.
Mi exhortación es a que todos busquemos la oportunidad de compartir con nuestros abuelos y con todas aquellas personas que nos pueden enseñar a ser mejores seres humanos, a valorar lo que tenemos y lo que somos independientemente de las circunstancias.