Aprovechando que comenzamos un nuevo semestre escolar, es importante hablar sobre algunas situaciones que nos afectan a nosotros como estudiantes en nuestro desempeño académico. La organización del tiempo es una de esas situaciones, todos hemos tenido problemas con esto, es mas común de lo que imaginaba y tampoco es algo que nos enseñan a realizar.
Este ha sido un gran problema que a afectado grandemente mi desempeño escolar y el de otros compañeros. En la mayoría de los casos dejaba los trabajos para los días próximos a la entrega, por olvido o por no tener claro mi tiempo. Esto causaba un desequilibrio total en mi vida, en algunas ocasiones tenía que dividir mi tiempo entre estudiar para un examen, hacer un trabajo de investigación, realizar las tareas de assesment, y prepararme para uno que otro informe oral, todo eso sin contar las tareas del hogar y las pausas que se hacen para comer, bañarse y todo lo que implica ser integrante de un hogar. Al final del día terminas solo haciendo una pequeña fracción de todo lo que tenías que hacer por que te sientes abrumado con todo lo que tienes atrasado y lo que se le añade. Si no fue que dejaste los trastes sucios, fue que olvidaste estudiar para el dictado de español. De algún modo u otro siempre se quedaba algo por hacer, hasta el día en que me di cuenta que mi calificación en la clase de Ciencias Terrestres era de 50%, cuando dos semanas antes era de 97%. Fue entonces cuando comprendí la seriedad del tema, necesitaba buscar de inmediato la manera de dividir mi tiempo y organizarme.
Para poder encontrar soluciones a este problema comencé a buscar en internet y probé varios métodos que parecían ser prometedores, pero solo uno me funcionó. El método que utilizo y que tal vez a ustedes les pueda servir de gran ayuda es el siguiente:
- Repasar las tareas, esto ayuda a recordar lo que se olvida y lo que todavía hay por hacer.
- Establecer prioridades, verificar fechas de entregas y cantidad de trabajo que hay que realizar por cada una.
- Determinar el tiempo que se le va a dedicar a cada tarea, dependiendo de la prioridad que se le asigne, escribirlo en un calendario para así planificar los días.
- Anotar todo en los recordatorios de un “smartphone“, cuando ya no queda más tiempo suena una alarma que avisa que debes detenerte y seguir con tu próxima tarea, así sabrás que el tiempo no es infinito y harás buen uso del destinado para realizar cada trabajo.
Es un proceso de adaptación y disciplina, como si fueras a practicar un deporte, pero si quieres lograr metas en tu vida es necesario adquirir destrezas de organización del tiempo.
Desde que utilizo este método no he vuelto a tener problemas con las clases y otra tarea importante … ¡Ya no se quedan sucios los trastes!